Anexo II: Pathworking y Chamanismo


La relación entre Chamanismo y Pathworking merece una mención diferenciada. Muchos de los Pathworkings pre-diseñados, mantienen un notable paralelismo con las explicaciones y los ejercicios propuestos, por ejemplo, por Michael Harner1; más o menos adaptados a las imágenes de la preferencia del practicante.

Teniendo en cuenta que el trabajo de Harner - y otros autores- ya es por sí mismo un intento de adaptación de las técnicas chamánicas para el mundo occidental, la readaptación de las mismas dista mucho del chamanismo real en su contexto.

Aclarado esto, vemos una vez más que es fácil caer en la trampa de las experiencias mágicas de salón, paseos astrales de cariz turístico e influencia inocua, que con demasiada frecuencia sirven para el lucro de unos, a costa del tiempo perdido de otros.

Sin embargo, la imitación o adaptación de las estructuras presentadas en los viajes chamánicos en el Pathworking, una vez las hemos incorporado a nuestro sistema de símbolos, puede dar buenos resultados en el contexto que venimos tratando, creando recorridos que nos permiten interactuar con unos arquetipos animales, con varios aspectos del poder personal, realizar limpiezas exhaustivas, etc..

Por ser los más recurridos, hablaremos del viaje al “Mundo Inferior”, y el encuentro del “animal de poder”. Según relata Harner, los viajes al mundo inferior se hacen a partir del suelo, encontrando la obertura o puerta en cuevas, manantiales, etc ( situaremos esta puerta en las inmediaciones del lugar seguro) y descendiendo cómodamente por un túnel hasta llegar a un nuevo paisaje, en el animal se mostrará de un modo explícito – según algunos autores, se mostrará desde todos sus ángulos-. Estos animales solían ser mamíferos o aves, de un modo menos frecuente peces o reptiles, si no se mostraban violentos; los insectos acostumbraban a considerarse nocivos o simplemente tabú. Sin embargo, hoy por hoy, podemos encontrar toda clase de criaturas míticas (recordemos que NO hablamos de chamanismo real).

Este animal, que representa a la especie, vendrá con nosotros y se convertirá en parte en un guardián, en parte en un aliado y en parte en un alter ego – todo depende del punto de vista que respecto a la cuestión tenga el practicante-, que podremos consultar y que puede asistirnos en posteriores trabajos mágicos. Es importante procurar no ofenderlo, pues el animal puede marcharse tan como llegó; el mejor modo de conservarlo a nuestro lado asegurarnos de no perder nuestra integridad personal. Más adelante, podremos acudir a buscar otros animales que nos ayudarán en cuestiones específicas, y, tal vez, crear un panteón de fauna.

Para entender el significado, lo mejor es informarse sobre la especie real. En otros tiempos la búsqueda de documentación no era necesaria puesto que las personas no tenían a los animales como una rareza recluida en zoológicos, sino que convivían en proximidad a ellos y conocían bien sus atributos, comportamientos y características. Hoy en día no queda más remedio que hartarse de documentales, libros y revistas sobre vida salvaje; para conocer su ciclo vital, su comportamiento, su entorno, sus hábitos... porque estas características serán las que pueden aportarnos información sobre nosotros mismos, así como en qué aspectos del trabajo podemos emplear las habilidades de nuestro animal. Es interesante también buscar información acerca de cómo las antiguas culturas lo percibían, que atributos resaltaban.

Vaelia Bjalfi, 2007



1 HARNER, MICHAEL; “LA SENDA DEL CHAMÁN”, ED. Ahimsa, Valencia, 2000.